Adelantar una hora los relojes afecta el ritmo biológico de todos, pero especialmente el de los más pequeños. Por ello, te damos los consejos que necesitas para que tu hijo se adapte al horario de verano.
La noche del próximo sábado 25 al domingo 26 de marzo, los relojes se adelantarán una hora. A las 2:00 serán las 3:00. Dormiremos, por tanto, una hora menos. Amanecerá y anochecerá más tarde. Aprovecharemos, entonces, más horas de luz. Podrás alargar la tarde con los peques en el parque, salir a pasear con tus hijos sin que la oscuridad te alcance o aprovechar para hacer ejercicio después de trabajar. Esas son las ventajas de la primavera.
Sin embargo,
En ese sentido, el sueño está regulado por dichos ritmos circadianos, por lo que adelantar una hora nuestros relojes tiene, evidentemente, consecuencias en los patrones biológicos de un niño. Ellos tienen menos capacidad de adaptación y 60 minutos pueden ser vitales y suficientes para causar problemas de insomnio o dificultad para conciliar esas ganas de dormir. Las repercusiones que se pueden derivar de ello son, por supuesto, negativas para tu hijo.
La Asociación Española de Pediatría habla de cansancio y déficit de atención, debilidad, irritabilidad y enfados, bajo estado de ánimo y nerviosismo.
Consejos para superar con éxito el cambio de hora
Adelantar las manecillas del reloj no es el fin del mundo. De hecho, se hace para aprovechar más horas de luz y, además, ahorrar energía. Los problemas explicados serán, entonces, insignificantes si pones en práctica consejos como los siguientes:
- Empieza con la adaptación unos días antes del cambio de hora. Si mantienes la misma rutina, cuando el reloj se adelante de las 2:00 a las 3:00, los peques dormirán una hora menos. Y lo notarán. Por ello, los expertos recomiendan avanzar la hora de comer, acostarse y levantarse unos 15 minutos cada día.
Por ejemplo, imagina que tu pequeño suele salir de la cama a las 8:00; es recomendable, en esta línea, que lo haga a las 7:45 el primer día, a las 7:30 el siguiente y así durante cuatro jornadas hasta conseguir que se levante a las 7:00 antes del cambio de hora. Cuando éste llegue, amanecerá entonces a las 8:00 (que serían las 7:00 a las que se ha ido acostumbrando en esa adaptación previa).
- Controla las siestas. Éstas no pueden superar los 18 o 20 minutos, ya que dificultan, en ese caso, la conciliación del sueño una vez llegada la noche. Asimismo, algunos expertos recomiendan, incluso, anularla en los días previos y posteriores al cambio de hora para ayudar al reloj biológico a acomodarse a la nueva situación.
- Adelanta los relojes. Sincroniza la nueva hora antes de ir a dormir para evitar despistes y desorientaciones cuando el pequeño despierte después de que hayan desaparecido 60 minutos.
- Prohíbe las tablets por la noche. La tecnología, en estos días, es uno de los dispositivos favoritos de los pequeños para pasar el tiempo libre. Sin embargo, smartphones, tablets u ordenadores pueden alterar el ritmo del sueño y, por consiguiente, el descanso. La mejor manera de evitarlo es, sin duda, impedir que jueguen con ellos antes de dormir.
- Cocina una cena muy ligera. Un manjar que aporte los nutrientes que necesita, pero sin apenas calorías para evitar digestiones pesadas que puedan causar insomnio, malestar y dificultad para conciliar las ganas de dormir. Además, hablando del estilo de vida, intenta que tus hijos no realicen actividades físicas o intelectuales que requieran de mucho esfuerzo en las horas previas a meterse en la cama. En caso contrario, pueden estar demasiado activos y nerviosos como para caer en los brazos de Morfeo.
El principal efecto es el trastorno del sueño y la mejor solución pasa por anticiparse al adelanto del horario de verano en las jornadas previas. ¡Con ello, triunfarás! Si todavía, no obstante, te queda alguna duda, ponte en contacto con nosotros, porque estaremos encantados de atender todas tus preguntas.