Es el plato valenciano por excelencia (y puede que el nacional), pero no el único arroz con el que chuparse los dedos en al Comunidad Valenciana. Aquí van algunas ideas.
La leyenda cuenta que los promotores de esta idea (encabezada por el humorista Eugeni Alemany y que incluso tuvo una campaña en Change.org), en la reunión de Unicode -el consorcio formado por miembros de Apple, Google, Microsoft, IBM y Adobe...- al explicarle a los ponentes todos los ingredientes que el plato llevaba, omitieron el conejo, un frecuente animal de compañía en Estados Unidos, políticamente incorrecto en una cazuela. Lo cierto, sin embargo, es que la paella valenciana como Dios manda lo lleva. Como también lleva garrofón (alubia blanca grande), tomate, judía ferradura (judía verde plana), pollo, sal, aceite O.V.E, arroz (de la Albufera), agua y azafrán. Así de claro, si no lo tiene o (casi peor) si tiene algo más, no es paella valenciana.
A veinte minutos de Valencia, también hecha sobre leña de naranjo y algarrobo, hay otra paella de las que podría tener un club de fans. Es la del restaurante L’Alter, cuyo secreto son las verduras, que sus dueños compran a proveedores de proximidad, y el arroz bomba del Molino Santo Tomás del Parque Nacional de la Albufera, con Denominación de Origen.
No solo paella
Con ese arroz, además de la paella, en toda la comunidad autonómica se elaboran otras recetas, menos conocidas, pero igual de sabrosas. Por ejemplo, el arròs a banda, que nació en las lonjas de pescadores, donde con el pescado sobrante (normalmente rape, caballa, jurel, gallineta…) se hacía un caldo al que se incorporaba el cereal. Uno de los mejores es el del restaurante La Sirena, en Petrer, Alicante. Allí Mª Carmen Vélez además de poder presumir de una fantástica barra donde lucen de gambas rojas de Denia o quisquillas de Santa Pola, sirve esta variedad de arroz justo en su punto y con un rico alioli casero.
En la provincia de Alicante es famoso también el arroz de conejo con caracoles, una especialidad que tradicionalmente se cocina al fuego vivo de los sarmientos de la vid. En una pequeña pedanía, Xinorlet- Monóvar, hay un restaurante perfecto para ir a probarlo, Casa Elías, que hace una cocina muy vinculada con su entorno regada con vinos elaborados con uva de la zona, Monastrell. Fuente: losaboresgourmet.wordpress.com
También receta de montaña, es la del arroz de liebre, que se come como en ningún otro sitio en el restaurante Arbequina, en Castellón de la Plana. Modesto Fabregat, su cocinero, es reconocido como el mejor exponente de la gastronomía castellonense, dotando a todos sus platos de tradición y personalidad. Además tiene la mejor bodega de Castellón.
Los del Mediterráneo
Fuente: canalcocina.com
Con gusto a mar, quizás el rey de todos los arroces sea el arroz caldoso con bogavante, y el restaurante Sevilla, en El Campello, en Alicante, uno de sus mayores exponentes. Aunque hay para elegir entre más de medio centenar de variedades, este es el más celebrado, tanto que se le ha bautizado con el nombre de la casa, «el Sevilla», y además de bogavante lleva gambas peladas. Tampoco hay que perder de vista el de Barlovento, en Torrevieja, un local donde se elaboran arroces por el mejor producto de mercado, de pescados de lonja y los más frescos mariscos. Sus imprescindibles: el arroz de bogavante y la ración de pulpo.
Fuente: canalcocina.com
En una de las terrazas más impresionantes de Alicante, Aldebarán, se puede probar otra suculenta especialidad, el arroz negro con sepia, con la vista del Castillo de Santa Bárbara como telón de fondo desde su terraza y la mejor materia prima en el plato. En el menú hay también otras opciones de arroz, como el de magro y verduras, de bacalao, coliflor y garbanzos, de rape y gambas, atún y gambas o de gatet.
Los contemporáneos
Además de todos estos clásicos, basados en la tradición de cada zona de la Comunidad Autónoma, los arroces valencianos han vivido también la evolución de la cocina de vanguardia y se han “modernizado” con nuevas técnicas o influencias foráneas. Dos grandes cocineros, Quique Dacosta, con tres estrellas Michelin, en su restaurante de Denia, sirve fantásticas versiones del arroz socarrat y a banda, entre otros, y ha escrito un libro, Arroces Contemporáneos, hablando solo de ellos.
El cocinero